La convivencia en el aula

 Hola Agro-Docentes, ¿Qué tal andáis de paciencia? En esta sesión necesitaréis pequeñas dosis de ella porque vamos a hablar de la convivencia en el aula y los problemas que nos pueden surgir.

Por norma general, los conflictos escolares suelen producirse entre estudiantes y equipo docente; o bien, entre los propios alumnos. Y en cuanto a los tipos de conflictos en el aula más comunes están:

 

a) Conflictos de comunicación:

Insultos, mal entendidos, informaciones interesadas para crear conflictos, difusión de rumores falsos, comentarios despectivos, amenazas / intimidaciones.


B) Violencia física y verbal de baja intensidad:

Peleas, agresiones leves y puntuales derivadas de situaciones de estrés, agresiones leves con el fin de ridiculizar a alguien, incitación al uso de la violencia física, golpes intencionados.


C) Actitudes disruptivas en el aula para alterar la armonía del grupo e impedir el normal desarrollo de la clase


D) Conductas antisociales:

Acoso o bullying, ciberacoso o ciberbullying (Internet, redes sociales, videojuegos, mensajería instantánea, correo electrónico, etc.), deterioro grave del material del centro escolar, robos, problemas de drogas o armas

E) Exclusión escolar:

Hacer el vacío, no dejar participar a alguien en actividades escolares, prejuicios y estereotipos (racismo, xenofobia, género, ideología, etc.)

Para hacer frente a este tipo de conflictos o problemas que podamos encontrarnos en un aula o centro escolar, hay que seguir un procedimiento para mediar y resolverlo eficazmente.

En esta búsqueda por mejorar la convivencia y el bienestar, es importante tener en cuenta estas 5 fases:  

 

Fase 1. Identificación del conflicto

Ante la aparición de un problema, debemos saber reconocer e identificar sus causas. En el caso de que este sea semejante a otro que tuviera lugar anteriormente, es importante que no usemos los mismos mecanismos de solución de conflictos que entonces no nos proporcionaron ningún resultado positivo y valorar otras opciones. 

Fase 2. Definición del problema

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es la definición y análisis del conflicto. Para ello, tendremos que estudiar detalladamente en qué consiste el problema, buscar los hechos y/o las acciones más relevantes y hacer una descripción concisa y clara de todo.

Fase 3. Propuesta de soluciones y toma de decisiones

Para alcanzar la resolución de un conflicto, es recomendable generar el mayor número posible de alternativas al problema. Después, deberemos valorarlas todas desde un punto de vista crítico y escoger una de ellas, la más efectiva, basándonos principalmente en 2 criterios: Resultados positivos a corto, medio y largo plazo que obtendremos con motivo de su aplicación y posibilidades reales de llevarla a cabo.   

Fase 4. Aplicación

Esta fase consiste en poner en práctica las estrategias de resolución de conflicto en el aula que consideramos que se adaptan mejor a la situación, previendo los pasos que se llevarán a cabo y los mecanismos de control que utilizaremos para valorar su eficacia.

Fase 5. Valoración de resultados

Finalmente, debemos evaluar los resultados que hemos obtenido a partir de la solución que hemos decidido aplicar.

 

Si estos son favorables, podremos tener en cuenta esta alternativa de cara a otros conflictos que puedan surgir en un futuro y en los que sea necesario mediar. En el caso de que no lo sean, nos tocará retomar de nuevo el procedimiento a partir de la fase de investigación de soluciones.  

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